El Tamaño Justo de las Cosas: Un Equilibrio Delicado
"Es imperativo mantener una diversidad de indicadores que reflejen la salud de nuestra organización."
En un mundo donde la máxima "más grande, más rápido, mejor" parece gobernar el ethos empresarial, las reflexiones de Morgan Housel en su libro "Same as Ever" nos invitan a hacer una pausa y reconsiderar esta carrera incesante hacia el crecimiento a cualquier costo. Housel nos recuerda una verdad perenne: la inclinación humana a maximizar los beneficios de cualquier cosa que consideramos valiosa o rentable. Sin embargo, esta búsqueda incansable por duplicar tamaño, velocidad o capacidad a menudo transforma lo que inicialmente era algo bueno en algo problemático.
La Forma y el Tamaño: Más que una Cuestión de Escala
Cuando consideramos el crecimiento de un producto, servicio u organización, es crucial entender que este no se trata simplemente de una cuestión de escalar hacia arriba. Cada entidad tiene una forma inherente que se asocia a su tamaño. Al intentar aumentar su tamaño, inevitablemente debemos modificar su forma. Este es un aspecto que, con demasiada frecuencia, perdemos de vista o nos encontramos incapaces de manejar adecuadamente. En la práctica, es el crecimiento orgánico de la demanda y la adopción por parte de los clientes lo que nos señala los ajustes necesarios en nuestros productos, servicios y, más crucialmente, en nuestras organizaciones.
Los Límites del Crecimiento Lineal
La idea de que duplicar el personal resultará en duplicar las ventas o que incrementar el presupuesto de marketing en un factor de diez generará diez veces más impresiones es una falacia peligrosamente atractiva. Aunque intuitivamente comprendemos que la realidad es más compleja, bajo la presión de cumplir objetivos, esta comprensión a menudo queda relegada. La realidad empresarial nos demuestra que el crecimiento no es lineal y que el aumento de la escala sin una consideración cuidadosa de las implicaciones puede llevar a resultados contraproducentes.
Crecimiento Sostenible: Un Enfoque Multidimensional
La recomendación, por tanto, no es evitar el crecimiento, sino abordarlo con una perspectiva más holística. Es imperativo mantener una diversidad de indicadores que reflejen la salud de nuestra organización. Entre estos, el sentimiento de nuestros clientes, la calidad de nuestros productos y servicios, la rentabilidad unitaria, y las reacciones de nuestros competidores son fundamentales. Estos indicadores nos ofrecen una visión más completa y matizada del impacto de nuestras decisiones de crecimiento.
Conclusión
El desafío de encontrar el "tamaño justo" para nuestras organizaciones, productos y servicios es un ejercicio constante de equilibrio. Requiere un entendimiento profundo de que el crecimiento por el crecimiento mismo no es el objetivo final, sino más bien, la búsqueda de un desarrollo que sea sostenible, responsable y, sobre todo, benéfico tanto para la organización como para sus clientes y la sociedad en general. En última instancia, es este enfoque equilibrado el que puede transformar el crecimiento en una fuerza para el bien, evitando la trampa de convertir lo que es bueno en algo problemático.